No está en la mesa su expulsión. En un partido siempre se va a definir por los acuerdos, hay que ser tolerantes en todas las expresiones, expuso el dirigente.
Enrique Padilla Sánchez, dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Tlaxcala, se pronunció sobre las recientes declaraciones del exgobernador Mariano González Zarur, quien afirmó que ni él ni Alejandro Moreno representan al tricolor.
En respuesta, Padilla Sánchez aseguró que respeta la postura del exmandatario y que no habrá consecuencias internas por sus opiniones.
«Tuve la oportunidad de trabajar con él. Me dijo: ‘Te deseo buena suerte, que te vaya muy bien’. Me quedo con ese mensaje», expresó Padilla. Afirmó que González Zarur actualmente “está en sueños”, una expresión utilizada en el ámbito masón para referirse a quienes dejan de participar activamente en las logias. «No está en la mesa su expulsión. En un partido siempre se va a definir por los acuerdos, hay que ser tolerantes en todas las expresiones. Cualquier partido debería hacer eso», añadió.
En otro tema, el dirigente local también respaldó la decisión de la dirigencia nacional del PRI, encabezada por Alejandro Moreno, de impugnar la elección judicial celebrada el pasado 1 de junio, en la que se eligieron cargos clave como integrantes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Calificó dicho proceso como una «imposición clara desde el poder», señalando el uso de «acordeones» como parte de una “estrategia ilegal, corrupta y perversa” para beneficiar a candidatos vinculados a Morena.
“Nuestra impugnación se basa en lo flagrante, en la mayor violación a los principios constitucionales. Lejos de fortalecer el Estado de Derecho, este proceso consumó una imposición desde el gobierno”, declaró Moreno ante el Instituto Nacional Electoral (INE).
Dijo que los llamados acordeones —materiales presuntamente usados para inducir el voto— fueron señalados como propaganda encubierta que vulneró la equidad en la contienda.
Con estas posturas, tanto a nivel estatal como nacional, el PRI busca consolidar una narrativa de defensa institucional y pluralismo interno, en medio de un entorno político polarizado y en transformación.