Maritza Salazar/*/Pese a las condiciones climáticas y el escenario que se vive por la emergencia sanitaria del Covid-19, productores de durazno del municipio de San José Teacalco lograron una buena cosecha y venta en esta temporada 2020.
En entrevista, José Sanluis Conde, integrante del “Grupo de productores de las faldas de la Malintzi”, detalló que este año logró obtener un rendimiento de un 10 % más, ademas de que la demanda fue tanta que no se logró abastecer el mercado local y regional.
Ello derivado de que la floración de los árboles se adelantó, normalmente comienza en la segunda quincena de febrero pero para está ocasión fue en enero, lo que permitió cosechar el fruto desde mayo y concluir en la segunda semana de junio.
“Son 90 días de flor a fruto, entonces empezábamos a cosechar por estas fechas pero curiosamente se no adelantó un mes, floreó a finales de diciembre u enero y yo comencé a cosechar el cinco de mayo así que el jueves pasado hice el último corte”, explicó.
Este proceso natural atípico permitió que los fruticultores de Teacalco ofertaran sus productos 30 días antes que los productores de Concepcion Hidalgo, Altlzayanca, su principal competencia a nivel local.
Para esta temporada, Sanluis Conde, quien cuenta con mil arboles de las variedades atlax, prisco o escarcha y rocío, obtuvo una producción de aproximadamente siete toneladas que comercializó a pie de huerta.
El primero lo vendió en 20 pesos el kilogramo por caja y los otros dos en 25 pesos aunque el precio del rocío puede variar debido al tamaño del fruto que llega a pesar hasta 250 gramos la pieza.