Bajo el argumento de que hace 30 años “por usos y costumbres” los candidatos perdedores se les daba un espacio dentro del ayuntamiento, algunos regidores quieren valer ese dicho y buscan colocar a su gente dentro de la administración municipal.
Incluso en las reuniones de cabildo hay quienes han mostrado su rebeldía para presionar a la actual presidenta y han manifestado su negativa para no respaldar sus proyectos de trabajo.
Para que una administración funcione se requiere del voto mayoritario del cuerpo edilicio, por lo que será necesario que existan los consensos necesarios para que se cumplan los objetivos.
No es nuevo que en una administración los regidores quieran cambiar su voto a cambio de puestos políticos o remuneración económica, acá dependerá de la habilidad de quien encabeza la administración.
Al parecer la alcaldesa de Tenancingo, Micael Guzmán no esta dispuesta a caer en “chantajes”, lo que es un hecho es que ya hay presiones internar en esa presidencia municipal.