Aguas con manifestarte en Tlaxcala… Ballesteros podría llevarte a la cárcel
El Petardo/ Opinión de Valentin Lima
El jefe de departamento de la Secretaria de Seguridad Ciudadana, Guadalupe Ballesteros, lejos de ser un elemento que facilite una buena estrategia de seguridad en el estado, se ha convertido en un dolor de cabeza para el gobierno de Lorena Cuéllar Cisneros.
El apellido se ha vuelto famoso, pero no precisamente por realizar un trabajo ejemplar, al contrario, su estrategia de desarticular las manifestaciones ha sido un total fracaso.
El nombre de Guadalupe Ballesteros fue repudiado el martes pasado en la máxima tribuna del Congreso del Estado, la diputada Blanca Águila Lima señaló al funcionario en cuestión de secuestro exprés en contra de trabajadores suplentes de la salud que exigían su basificación dentro del programa IMSS – Bienestar.
La congresista dijo que el 5 de mayo los manifestantes cerraron la carretera Tlaxcala – Texmelucan como medida de presión para que fueran atendidas sus peticiones, pero fueron sorprendidos por Ballesteros y su equipo de “gandallas” para detener a uno de los quejosos y así fue como se negoció la apertura de la vialidad.
Este jueves un grupo de estudiantes que marcharon y bloqueaban la avenida Juárez en demanda de ser atendidos por el secretario de Gobierno para reactivar el tema de apoyos para becas de capacitación fueron confrontados por elementos “gandallas”,- desde luego bajo indicaciones del Ballesteros- para retirarlos de la zona, como si fuera un delito expresar sus demandas.
Se trató de unos 150 integrantes de organizaciones como la Red Internacional de Jóvenes Políticos, FutuMex, Alianza Universitaria entre otras, con Javier Torres como representante, quienes se manifestaron primero frente a Palacio de Gobierno para pedir ser atendidos por una autoridad superior; al no conseguirlo en primera instancia, decidieron bloquear la vía de comunicación, lo que de inmediato afectó el tránsito vehicular.
Al mando del secretario técnico de la SSC, José Guadalupe Ballesteros, un grupo de uniformados desactivó la protesta con la detención por la fuerza de Javier Torres, lo que generó empujones y golpes que afectaron a varios jóvenes, tanto hombres como mujeres, quienes lo consideraron una provocación a la violencia y represión.
El ejecutivo local tiene la enorme tarea de analizar la estancia del super chingón del jefe de departamento por que todo parece indicar que Raúl Ruiz llegó a Tlaxcala para ser un cero a la izquierda.
En fin palabras más, palabras menos. Lo raro ese que esa estrategia para desarticular manifestaciones y liberar carreteras no se ha aplicado en Xicohtzinco, que por mucho tiempo estuvo bloqueada la carretera federal Puebla – Tlaxcala.
¿Será que hay consentidos?