FIFÍ…Dulce Silva se aprovecha de los escándalos para darse baños de pueblo
EL PETARDO / La opinión de Valentín Lima
La diputada federal, Dulce Silva, nunca la han visto caminar en los municipios y zonas pobres de Tlaxcala, esto podría ayudarla a tener dialogo y conocer las necesidades de los tlaxcaltecas.
Sin embargo, sigue soñando con ser Senadora de la República y después Gobernadora, los escándalos son la clave para jalar reflectores y darse baños de pureza para que en algún momento los ciudadanos le crean su amor por Tlaxcala.
Solo hay que recordar que a principios de marzo de 2021 habría patrocinado parte de la marcha feminista, fue aquella fecha cuando las marchistas pintaron paredes del palacio de gobierno y los portales, además de cometer diferentes actos vandálicos.
En aquella ocasión captaron a la congresistas FIFI arriba de una camioneta con una pantalla y portaba un letrero que hacía referencia a la desaparición de mujeres.
Lo más reciente fue el acompañamiento que le hizo a las normalistas de Panotla cuando visitaron a la presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, María Rosario Piedra Ibarra, para denunciar los supuestos excesos y hostigamiento por parte de elementos de la Secretaria de Seguridad Ciudadana (SSC).
En fin, palabras más, palabras menos…
Solo hay que recordar la polémica de El Rey del Cash, es un libro de la periodista Elena Chávez, en donde se relata supuestos movimientos turbios del cuadro cercano al Presidente Andrés Manuel López Obrador en su constante campaña para llegar a la presidente de México.
En dicho ejemplar aparece Dulce María Silva Hernández y su marido César Yáñez Centeno, ambos son involucrados en supuestas operaciones ilegales para recaudar fondos que serían utilizados para financiar a AMLO.
Hay una parte en donde se habla de César Yáñez, en ese apartado le atribuye el “pase de charola” a empresarios de Puebla, a través de su nueva esposa Dulce Silva, quien supuestamente pidió 50 millones de pesos para apoyar la campaña de López Obrador en 2018.
