Desde que el poblano Rigoberto Zamudio Meneses arribó al gabinete del Gobierno del Estado de Tlaxcala ha sido polémico por la pésima forma de tomar decisiones y el carente modo de utilizar el cerebro.
Actualmente Zamudio Meneses se encuentra metido en un escándalo y posiblemente toda la administración estatal será embarrada, pues al parecer pedirán la reparación del daño.
Me refiero al tema del dulce “Lucas Muecas” que fue prohibida su venta de manera urgente en las escuelas del estado de Tlaxcala por indicaciones del improvisado y poco profesional titular de la SESA.
Según la dependencia estatal, a la golosina le detectó un laboratorio privado la presencia de cuatro tipos de drogas de un perfil de seis, lo curioso es que el estudio no lo respalda la COEPRIST.
Y es que una firma privada a petición de una institución educativa detectó en una muestra del producto anfetaminas, marihuana, opiáceos y metanfetaminas, lo cual provocaría adicción entre las personas que lo consuman.
En fin, palabras más, palabras menos …
Nunca esperó el secretario quedar en ridículo nuevamente como ya es costumbre, pues a manera de contestación la empresa productora del “Lucas Muecas” emitió un comunicado.
Mars Wrigley negó que su producto “Lucas Muecas” sean dulces adulterados desde su producción y afirmó que lo encontrado en Tlaxcala fueron artículos con sellos violados.
Y es que, afirmó que sus productos empaquetados son seguros para el consumo humano y que, en el caso de Tlaxcala donde la Secretaría de Salud prohibió su venta por encontrar artículos contaminados, está en contacto con las autoridades locales desde el viernes pasado para revisar el tema.
En este sentido Mars Wrigley recalcó que sus productos no están adulterados toda vez que cumplen con los principios de calidad, responsabilidad, reciprocidad, eficiencia y libertad, por lo que condena cualquier tipo de actividad que atente contra la salud de los consumidores, en su mayoría menores de edad, en ese caso.
Eso sí, en su contestación la trasnacional hace comentario en torno a una posible solicitud de reparación del daño al Gobierno de Tlaxcala.
En fin, palabras más, palabras menos …
Es necesario que la titular del Ejecutivo local, Lorena Cuéllar Cisneros le jale las orejas a este tipo de funcionarios, que, si bien no ayudan en nada, tampoco que acarrean problemas a la administración.