Desde que inicio la administración estatal no ha parado la presencia de cadáveres que son abandonados en tierras tlaxcaltecas.
Algunas autoridades como el Secretario de Gobierno, Sergio González Hernández, dice que esta problemática se debe a la colindancia con Puebla y México. Además de que la mayor parte de los cuerpos son ejecutados fuera de la entidad y después los abandonan en la periferia de la tierra del maíz y la tortilla.
A principios de este año el ex líder del PAN, dijo que se montarían operativos para evitar esta problemática, sin embargo, los resultandos no han sido positivos, el problema sigue y cada vez es más descarado.
Y es que apenas el sábado fue localizado el cuerpo sin vida y con huellas de violencia de un hombre en el municipio de San Pablo del Monte, sobre la carretera federal vía corta Chiautempan-Puebla.
De acuerdo a los reportes, se sabe que el cuerpo del masculino fue localizado a la altura del puente conocido como puente «El Salate», sobre la Vía Corta con sentido a Puebla.
Por lo anterior, al lugar arribaron paramédicos quienes constataron que ya no contaba con signos vitales, además de que presentaba varios impactos de bala en el rostro y lesiones por golpes en el cuerpo.
En fin, palabras más … palabras menos …
Al parecer la pésima estrategia del responsable de la política interna del estado no ha dado resultados.
Y es que hace unos meses informó que el sur del estado fue blindado para evitar que el territorio tlaxcalteca se convierta en “tiradero de personas asesinadas”.
El panista con cara de morenista, reveló que hubo una reunión para revisar este problema y se determinó un operativo permanente con puestos fijos, “estamos en revisión para evitar que Tlaxcala siga siendo un lugar donde vengan arrojar a estas víctimas que se han tenido últimamente. La zona sur desde San Pablo del Monte a Nativitas, la instrucción de la gobernadora es que se tengan puestos fijos y no permitir que Tlaxcala se convierta en tiraderos de víctimas de otros estados”.
En fin, palabras más … palabras menos …
Lo que es una realidad es que en los municipios sureños no se ve la presencia de las corporaciones policiacas, ni mucho menos la instalación de operativos permanentes.
Solo hay que revisar las estadísticas que arroja el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad y comparar con lo que se dice en el discurso oficial.