El Carnaval como un detonante para la derrama económica en San Pablo del Monte.
La opinión de Esteban Juárez Organillo
Como es bien sabido, cada inicio de año surge una polémica para las familias sanpablenses, por un lado los que están en contra y por el otro los que invierten grandes sumas de dinero para poder bailar en el ya tradicional baile de “Carnaval”.
Sin embargo; ante muchas circunstancias el carnaval visto de una manera objetiva, es una oportunidad para generar una gran derrama económica a toda la población en general, debido a la originalidad de la zona, aunado a las artesanías que la población produce, San Pablo del Monte puede ser un gran detonante rico en cultura, tradiciones, y medio ambiente.
¿Quién en su niñez no imagino vestir un traje colorido?, ponerse una máscara y gritar como los mayores lo hacían y ¿por qué no? “tronar” las enormes cuartas que aumentaban la adrenalina al sonar, creo que todos nos tocó vivir esa ilusión.
Puedo decir que somos afortunados al poder ver un sinfín de danzantes de diferentes partes del municipio interpretar las canciones que nunca pasaran de moda, desde los más pequeñitos que son vestidos como “huehues” o “payasos”, hasta los más grandes cantando en náhuatl el baile de la muñeca.
Escuchar en las calles el sonido típico de decenas de campanas que anuncian el paso de uno o varios payasos, poder sentir la música de viento interpretada por músicos del municipio, ver los bailables que hasta para bailar tienen un estilo único de la región.
Estos detalles son valores que debemos mantener y transmitir a las nuevas generaciones, haciendo de lado las cosas malas que en muchas ocasiones están presentes pero que debemos erradicar con organización, planeación pero más que todo con concientización.
Estoy seguro que si buscamos transmitir al mundo nuestras tradiciones acompañadas de nuestras artesanías e invitamos a conocer nuestra región, muchos de ellas y ellos quedarán enamorados de nuestras costumbres que como lo dije somos únicos en la región.
El carnaval por su esencia está vivo en el municipio, pues logra congregar a decenas de miles de personas en un solo día a lo largo y ancho de San Pablo del Monte; un carnaval que durante un año se mantiene sigiloso y que sus integrantes esperan ansiosos del día especial para poder sacar su traje y gritar a los cuatro viendo “jujujuyyyyy”;