Desde que fue impuesto el político fracasado Darwin Pérez y Pérez como director general del Colegio de Bachilleres del Estado de Tlaxcala, las cosas se empeoraron en ese subsistema.
Pérez y Pérez solo se ha dedicado llenarse las bolsas de dinero, nunca tiene dinero para los planteles y exige a los directivos que solucionen las problemáticas de acuerdo a su criterio.
La intolerancia política del director general lo ha llevado a cometer muchos errores que dejan mal parada a la administración estatal. Uno de sus caprichos más importantes fue imponer a su familiar Amapola Patricia Morales como prefecta del Plantel 01, este personaje se siente intocable, se la pasa platicando en el área de informativa y llega a la hora que quiere, sin importar el reglamento de la institución.
Y es que el funcionario, tiene en nómina de 15 a 20 familiares directos y amigos en diversos puestos de tipo administrativo, servicios generales y hasta docentes.