El presidente Raterichi provocó el enfurecimiento de la sociedad ante los abusos que se están cometiendo desde la alcaldía capitalina.
Se trata de infracciones de tránsito de hasta 4 mil pesos por estacionarse en lugares no permitidos, sin importar que sea por algunos segundos o minutos.
Esa experiencia que califican de abusiva la han vivido distintos automovilistas que se han detenido para ir al cajero automático, para descargar algún producto o no observar el disco de no estacionarse, particularmente en la zona centro de la localidad.
Con tabulador en mano, personal del Juzgado muestra a los infractores cómo se califican las boletas y reta a que actúen de forma legal, en caso de querer revertir la decisión, con un trámite tedioso que incluye solicitar imágenes de cámaras de videovigilancia del día y la hora exacta.
Eso desanima a cualquier y obliga a pagar la multa que, en el mejor de los casos, baja al 50 por ciento si se paga en los primeros 15 días después de la infracción, que de todas siguen siendo 2 mil abusivos pesos para recuperar la placa o la tarjeta de circulación.
En algunos hechos, los agentes de tránsito actúan de manera ventajosa ya que observan al infractor bajar de su automóvil, quitan la placa del vehículo, pero no dejan ninguna boleta de infracción, sino que es hasta que el automovilista acude al Ayuntamiento a buscar su lámina, que le es notificado el motivo y el monto de la multa.
Como ya se ha denunciado en diferentes oportunidades, policías de Tlaxcala están cuasi obligados a entregar cierto número de infracciones al día como parte de una cuota que sus superiores les exigen, situación que, si bien, no es exclusiva del municipio capitalino.