Envase, ♦️. Tiene que especificar la fecha límite de máxima «frescura», número de serie o lote, fecha y hora de elaboración, así como sellos plásticos de seguridad en la boquilla o tapa.
Alteraciones en la imagen. Es recomendable prestar atención a la tipografía, logotipo de la marca, calidad de impresión, la manera en la que está pegada la etiqueta, información nutrimental o si hay ausencia de los sellos de la Secretaría de Salud. En caso de no ubicar dichos elementos, es preferible no consumir el producto.
Sabor y color. Un refresco falso también muestra cambios en su olor y apariencia, la cual puede tomarse espesa o con poco sabor si no es original. Asimismo, se aconseja revisar la consistencia y el gas que contiene.