El Partido Alianza Ciudadana (PAC) está en picada y con la llegada de Alejandra Ramírez Ortiz a la dirigencia estatal, el instituto político está en riesgo de desaparecer.
Y es que el domingo los “panzones” como conocen a Serafín y Héctor Ortíz, le entregaron el PAC a su sobrina consentida, pero lo que no contemplaron es que, por su pésima experiencia, este podría quedarse en la ruina.
La militancia fue la principal inconforme con la decisión de los hermanos Ortiz, pues de sobra se conoce su prepotencia, la falta de tacto político y las evasivas que les da a los cuadros políticos que la han buscado en las últimas fechas con el objetivo de sumarse.
A los grupos los cita en la oficina del Congreso, los hace esperar hasta tres horas y al final sus achichincles salen a decir que no los podrá atender porque es la única diputada que sí trabaja y que la agenda está muy llena.
Esto se comprueba con el caso de un grupo de sur del estado que iba con intenciones de sumarse, pero en dos ocasiones los dejó plantados la famosa lady Peso Pluma y a la tercera los dejó esperando varias horas, para que al final se aburrieran y se fuera.
El PAC va de mal en peor, está listo para desaparecer el negocio familiar.