El incumplimiento del Acuerdo de París amenaza con un aumento de 2,5 °C a 2,9 °C para 2100, poniendo en riesgo la vida de millones de personas, especialmente las más vulnerables
En un comunicado urgente, la Organización Mundial de la Salud (OMS), respaldada por destacados expertos en salud y organizaciones ambientales, ha hecho un llamado apremiante para limitar el aumento promedio de la temperatura en la Tierra a 1,5 grados centígrados, el objetivo más ambicioso del Acuerdo de París. Advierten que el incumplimiento de este objetivo podría tener efectos catastróficos en la salud global y resultar en millones de muertes en todo el mundo.
Según las últimas proyecciones de la ONU, el planeta se dirige hacia un calentamiento de 2,5 °C a 2,9 °C para el año 2100 si no se toman medidas significativas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Los más afectados por este cambio serán los más vulnerables y desfavorecidos de la sociedad, incluyendo niños, mujeres, personas mayores, migrantes y habitantes de países menos desarrollados, advierten los expertos.
El año 2023 se perfila como el más cálido jamás registrado, con olas de calor cada vez más frecuentes e intensas que pondrán a prueba el cuerpo humano. En 2022, la población mundial estuvo expuesta a un promedio de 86 días de temperaturas potencialmente mortales. Las personas mayores de 65 años han experimentado un aumento del 85 por ciento en las muertes relacionadas con el calor entre 1991-2000 y 2013-2022, según un informe de referencia publicado por la revista médica The Lancet.
Solo en Europa, el calor causó más de 70 mil muertes el verano pasado, cifra que ha sido revisada al alza desde la estimación previa de 62 mil víctimas. Según la “cuenta regresiva” de The Lancet, se estima que casi cinco veces más personas podrían morir en el mundo debido al calor extremo para 2050.
Además del calor, las sequías más frecuentes exponen a millones de personas a la hambruna, y otros eventos climáticos extremos como tormentas, inundaciones e incendios también causan muertes y enfermedades.
La contaminación del aire es otro grave problema de salud agravado por el cambio climático, ya que cerca del 99 por ciento de la población mundial respira un aire cuya contaminación supera los límites establecidos por la OMS. Esta contaminación aumenta el riesgo de enfermedades respiratorias, accidentes cardiovasculares, diabetes y cáncer, con efectos comparables, e incluso superiores, a los del tabaco o el alcohol, según expertos. Más de cuatro millones de muertes prematuras ocurren cada año debido a la contaminación del aire, aunque esta cifra ha disminuido casi un 16 por ciento desde 2005, en gran parte gracias a la reducción del consumo de carbón.
El cambio climático también agrava las enfermedades infecciosas y parasitarias debido a la alteración de la temperatura y las precipitaciones. Esto incluye la propagación de enfermedades transmitidas por mosquitos, aves o mamíferos, así como bacterias y parásitos. La transmisión del dengue podría aumentar un 36 por ciento con un calentamiento global de dos grados centígrados para 2100, según el informe de The Lancet, y el cólera también podría expandirse debido al calentamiento de los océanos.
Por último, el cambio climático también afecta la salud mental, aumentando la ansiedad, la depresión y el estrés postraumático, especialmente en personas con trastornos psíquicos. Además de los impactos directos de catástrofes naturales y olas de calor, se ha observado un aumento de la ecoansiedad, especialmente en adultos jóvenes. La necesidad de abordar el cambio climático se ha vuelto más urgente que nunca, ya que su impacto en la salud humana es innegable y abrumador.