Al nacer pesaba unos 4.5 kilos y, conforme creció sus medidas comenzaron a ser más notorias, hecho que sorprendió y desconcertó a su familia.
Addisyon, quien vive en Arkansas, Estados Unidos, actualmente tiene una altura de 1.82 metros. Cuando tenía 3 años le diagnosticaron el síndrome de Weaver-Smith, una enfermedad genética poco común y que causa que las personas sean demasiado altas.
A los 7 años Addisyon empezó a notar su condición y a partir de ahí comenzó a preguntar por qué no era igual que los demás niños.
“Ella me dijo: ‘Mami, ¿por qué no puedo correr como los demás niños? ¿Por qué no puedo hacer esto como los demás niños? ¿Por qué soy más alta que los otros niños?’», dijo su mamá.
La menor presenta dificultades para escribir, para mantener el equilibrio, no encuentra ropa ni zapatos de sus medidas incluso requiere de distintas tallas al menos cuatro veces al año debido a su rápido crecimiento.
Por si fuera poco, Addisyon enfrenta bullying en su escuela, por lo que además, debe ir a terapias.