¡Del baúl! Circula en redes sociales las fotografías de un niño, que baja la carga de su espalda y toma unos minutos de su día laboral para pasar al resbaladero.
A parecer el pequeño se dedica a la venta de toallas y chamarritas, un niño más que forma parte de las estadísticas del comercio informal en el país, pero a pesar de la responsabilidad que lleva encima, recuerda que es un niño y pasa unos minutos a divertiste.
Estas imágenes, causan nostalgia, pero también dejan una lección de vida, debemos ser agradecidos por lo que tenemos, hay muchas personas, no solo niños que quisieran tener una vida como la que tanto despreciamos, y recuerde nunca debemos de olvidarnos del niño que llevamos dentro, es necesario darnos un tiempo para divertirnos y para respirar.