En vísperas del Día Internacional para Poner Fin a la Impunidad de los Crímenes contra Periodistas, México registra ya los primeros dos casos de periodistas asesinados en el mandato de Claudia Sheinbaum. El 29 de octubre, Mauricio Cruz Solís, periodista y fundador del medio digital Minuto x Minuto, fue asesinado en Uruapan, Michoacán, poco después de transmitir en vivo una entrevista con el alcalde. Solo un día después, Patricia Ramírez, conocida como Paty Bunbury, periodista de espectáculos en Colima, también fue baleada. Estos trágicos eventos encienden las alarmas de organizaciones como RSF y Artículo 19, que desde el año 2000 han documentado entre 156 y 168 casos de periodistas asesinados, con impunidades de hasta el 98%.
La violencia contra periodistas en México sigue en aumento, un problema que organizaciones internacionales como Reporteros Sin Fronteras (RSF) y Artículo 19 califican como un «escenario catastrófico». La situación es alarmante: durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, se registraron más de tres mil agresiones y casi 50 asesinatos de periodistas, una cifra que se ve empeorada por una tasa de impunidad que supera el 90%. En los primeros días del gobierno de Claudia Sheinbaum, esta trágica tendencia continúa con los recientes homicidios de dos periodistas.
Aumento de violencia y casos recientes de asesinato
En vísperas del Día Internacional para Poner Fin a la Impunidad de los Crímenes contra Periodistas, México registra ya los primeros dos casos de periodistas asesinados en el mandato de Claudia Sheinbaum. El 29 de octubre, Mauricio Cruz Solís, periodista y fundador del medio digital Minuto x Minuto, fue asesinado en Uruapan, Michoacán, poco después de transmitir en vivo una entrevista con el alcalde. Solo un día después, Patricia Ramírez, conocida como Paty Bunbury, periodista de espectáculos en Colima, también fue baleada. Estos trágicos eventos encienden las alarmas de organizaciones como RSF y Artículo 19, que desde el año 2000 han documentado entre 156 y 168 casos de periodistas asesinados, con impunidades de hasta el 98%.
Violencia estructural e impunidad: raíces profundas del problema
La impunidad ha permitido que la violencia contra periodistas en México se vuelva sistemática y estructural. Artur Romeu, director de RSF en América Latina, describe la situación como una «película de terror» de larga duración, donde la vida de los periodistas está en constante peligro. De acuerdo con la Fiscalía Especializada en Delitos contra la Libertad de Expresión (FEADLE), entre 2010 y 2024, se han judicializado apenas 156 casos, lo que refleja el lento progreso de las investigaciones y la limitada eficacia del sistema judicial.
La impunidad no solo fomenta más agresiones, sino que también permite que los crímenes contra la prensa se normalicen. Romeu recalca que, en la mayoría de los casos, las agresiones a periodistas quedan sin castigo, enviando un mensaje a los perpetradores de que no habrá consecuencias. La participación de funcionarios públicos en las agresiones a periodistas
Leopoldo Maldonado, director de Artículo 19 en México, destaca que casi la mitad de las agresiones contra periodistas durante el mandato de López Obrador fueron cometidas por funcionarios públicos. Según Maldonado, esta complicidad entre el aparato estatal y los agresores refuerza la impunidad y genera un ambiente hostil para la libertad de expresión. Además, el crimen organizado también contribuye a la violencia, ya que en muchas regiones colabora con autoridades locales para amedrentar y silenciar a periodistas.
El compromiso de Claudia Sheinbaum y los desafíos de su gobierno
En un contexto de constante violencia, la presidenta Claudia Sheinbaum enfrenta el reto de cumplir su compromiso de campaña para proteger a la prensa en México. Durante su estancia en el país, Artur Romeu y otros representantes de RSF se reunieron con miembros del gobierno y de la sociedad civil, exigiendo acciones concretas para garantizar la seguridad de los periodistas y poner fin a la impunidad.
Si bien el gobierno de Sheinbaum ha mostrado intenciones de avanzar en esta materia, la realidad es que las palabras deben traducirse en acciones. La colaboración entre organismos de derechos humanos, la FEADLE y la sociedad civil es esencial para crear un entorno seguro y libre para la labor periodística.
Casos emblemáticos de impunidad: lecciones para la administración actual
El caso de Lydia Cacho es uno de los pocos que ha avanzado, gracias a la presión internacional. La periodista fue torturada en 2005 por órdenes del gobierno de Puebla tras publicar su libro Los demonios del Edén. A pesar de los avances recientes, su caso tardó 20 años en ser reconocido como una grave violación a los derechos humanos.
Sin embargo, otros casos, como el asesinato de Moisés Sánchez Cerezo y el espionaje telefónico a Carmen Aristegui a través de Pegasus, siguen sin resolverse. Estos ejemplos reflejan los retos que enfrenta el gobierno actual para garantizar justicia.
Un escenario de esperanza o continuidad de la violencia
Para el gremio periodístico y las organizaciones de derechos humanos, el inicio del mandato de Sheinbaum representa una oportunidad para cambiar la narrativa. Sin embargo, esto requerirá un enfoque integral que combine políticas de protección efectivas y acciones concretas para combatir la impunidad.
La violencia contra periodistas no solo afecta a las víctimas directas, sino que también atenta contra el derecho de la sociedad a estar informada. La situación de México es un recordatorio de la importancia de la libertad de prensa como pilar de la democracia, y el compromiso de todos los sectores es esencial para poner fin a esta crisis.