Mientras los habitantes de Tlaxcala lidian con un incremento alarmante de la violencia y la delincuencia, el alcalde de Tlaxcala, Alfonso Sánchez García continúa centrando sus esfuerzos en acciones superficiales como la poda de árboles en las principales calles, en lugar de abordar los problemas reales que aquejan a la población: la creciente inseguridad.
El torpe alcalde en una conferencia de prensa, presumió la poda de arbolitos en diversas avenidas y parques de la ciudad, señalando que la acción era parte de su “plan para embellecer y cuidar el municipio”.
Sin embargo, el gesto ha generado una fuerte reacción de la ciudadanía, que considera una burla que el gobierno municipal se enfoque en cuestiones estéticas, mientras el crimen sigue azotando a la ciudad.
A pesar de los esfuerzos del alcalde por presentar una imagen de “trabajo” a través de proyectos menores, lo que la población reclama es una solución efectiva a la inseguridad que ha ido en aumento en los últimos meses.
Robos, asaltos, y hechos violentos son cada vez más frecuentes, y Tlaxcala se ha convertido en un municipio donde los ciudadanos sienten que ya no pueden transitar con tranquilidad por las calles, mucho menos al caer la noche.
La falta de acciones concretas en materia de seguridad, sumada a la creciente desconfianza en las autoridades locales, ha hecho que los habitantes de Tlaxcala expresen su descontento. «Es absurdo que mientras los asaltos a mano armada aumentan, el alcalde se ocupe más de podar árboles que de poner atención a los verdaderos problemas de la gente», expresó un ciudadano en redes sociales.
Si bien la poda de árboles es una medida que puede contribuir al embellecimiento de la ciudad, los tlaxcaltecas han dejado claro que lo que realmente necesitan es más patrullajes, mejores sistemas de videovigilancia y mayor presencia policial en las calles.
Las acciones del gobierno municipal parecen no estar alineadas con las prioridades urgentes de la población.
La inseguridad ha escalado de tal manera que muchos ciudadanos están recurriendo a la compra de cámaras de seguridad y alarmas privadas, ante la falta de respuestas contundentes de las autoridades locales. Los comercios se sienten igualmente vulnerables, ya que los asaltos y extorsiones están a la orden del día, afectando tanto a pequeños negocios como a grandes establecimientos.
El desdén del alcalde por las cuestiones de seguridad se refleja en su actitud, que se ha limitado a medidas cosméticas que no resuelven los problemas más graves de la comunidad. Mientras los tlaxcaltecas demandan políticas públicas más efectivas para combatir la violencia, Sánchez García sigue promocionando logros menores como si fueran avances significativos.
La ciudadanía se siente cada vez más frustrada por las promesas incumplidas y la falta de acción real. «Podar árboles es una tontería cuando no podemos caminar tranquilos por nuestras calles. Lo que necesitamos es un Tlaxcala seguro, no una ciudad bonita que se ve bien en las fotos», comentó un residente del centro histórico.