Acusan de c0rrupt.0 al director del COBAT; es pastor en Puebla y tr4ns@ en Tlaxcala 

Se menciona que, de los 700 maestros que laboran en el COBAT, solo nueve recibieron el recurso de homologación, lo que ha generado un clima de desconfianza y malestar generalizado entre el personal docente.

 

 

En un ambiente de creciente indignación, los maestros del Colegio de Bachilleres del Estado de Tlaxcala (COBAT) han alzado la voz para denunciar presuntos actos de corrupción y mal manejo de recursos por parte del Director General, José Alonso Trujillo, mejor conocido entre los docentes como «Chompiras».

Los maestros acusan que, además de haberse apropiado de fondos destinados al COBAT, Trujillo está intentando llevarse el dinero del retroactivo de los salarios de los docentes y las cuotas sindicales, que ascienden a varios millones de pesos.

Una de las principales denuncias se refiere a la falta de transparencia sobre los recursos de la homologación salarial, un dinero que, según los maestros, nunca fue debidamente explicado ni distribuido de manera justa.

Se menciona que, de los 700 maestros que laboran en el COBAT, solo nueve recibieron el recurso de homologación, lo que ha generado un clima de desconfianza y malestar generalizado entre el personal docente.

El descontento aumenta debido a la organización del festejo del Día del Sindicato de Trabajadores Académicos del Colegio de Bachilleres del Estado de Tlaxcala (STACOBAT), programado para el viernes 22 de noviembre.

Según las denuncias de los maestros, este evento está siendo utilizado por los líderes sindicales, entre ellos Domitila Guevara Flores, para forzar a los docentes a asistir, bajo la amenaza de quitarles horas de trabajo si no se presentan con sus familiares y amigos, creando una simulación de unidad y apoyo.

Lo más alarmante para los docentes es la figura de Domitila Guevara, a quien consideran una «secretaria espuria» impuesta por José Alonso Trujillo, acusando que ella, pese a no ser docente activa, recibe un pago que no le corresponde, desviando recursos públicos del COBAT. Esta situación se agrava por la percepción de que el sindicato ha sido cooptado por intereses personales y ha dejado de ser una representación legítima de los trabajadores.