Cinismo, se venden puestos hasta en 50 mil pesos para trabajar en el Ayuntamiento de Xiloxoxtla 

 

Bajo el cargo de la presidenta municipal Yazmin Jiménez Rugerio, se reportan serios problemas de transparencia y justicia laboral, en un escenario donde los salarios más altos son para foráneos, mientras que los habitantes del municipio apenas reciben lo mínimo.

 

Es lamentable lo que se denuncia y lo peor de todo es que esto lo estaría solapando la sobrina predilecta de quienes ya se vienen postulando para el próximo trienio.

 

A través de una queja ciudadana que llegó a este medio, se informó que uno de los casos más escandalosos es el de su equipo de trabajo, donde figuran nombres como el de Yanko Muñoz Contreras, Director Jurídico, quien, pese a su salario cercano a los 9,000 pesos, estuvo extorsionando a sus subordinados con cuotas de entre 15 y 50 mil pesos para asegurar sus puestos.

 

Además, el personal bajo la gestión de Jiménez Rugerio parece no estar cumpliendo con sus funciones, ya que muchos de ellos figuran en la nómina sin ser vistos trabajando en las oficinas del ayuntamiento.

 

Por ejemplo, personas como Jorge Sánchez Serrano, con un salario de 12,000 pesos en presidencia, y Edgar Iván Acoltzi Vázquez, con 8,115 pesos, no parecen tener un papel claro dentro de la administración.

 

En el DIF, la Directora Irma Rugerio Meléndez, con un salario de 9,473.47 pesos, también se encuentra en una situación irregular, pues gran parte de su personal no está visible ni activo en las instalaciones. La falta de explicaciones claras sobre estos cargos solo refuerza la falta de transparencia que aqueja a esta administración.

 

Lo más alarmante es que, mientras los foráneos disfrutan de salarios elevados, los trabajadores locales reciben salarios miserables.

 

Esto es aún más evidente en áreas como los servicios públicos municipales, donde las mujeres que se encargan de limpiar las calles reciben sueldos por debajo de los 4,000 pesos. El trato desigual entre los empleados, como la diferencia salarial entre las trabajadoras de limpieza, solo refuerza el sentimiento de injusticia dentro del municipio.

 

Además, los empleados del servicio de agua potable, como la señora encargada de este servicio, reciben un salario indignante de apenas 2,258 pesos quincenales, lo que representa una clara falta de consideración por parte de la administración hacia quienes realizan trabajos esenciales para el municipio.

 

La administración también muestra una preocupante falta de estructura, ya que muchos empleados cobran salarios sin realizar ninguna labor tangible. A su vez, los cargos de confianza parecen ser ocupados por personas cuya función es, en muchos casos, desconocida. La falta de claridad sobre el verdadero papel de figuras clave, como los contadores de tesorería, y la presencia de personal como César Pérez y Iván Méndez, cuya función parece ser más bien la de maquillar las cuentas públicas, revela una red de complicidad que favorece a los cercanos a la presidenta a costa del bienestar del pueblo.

 

Este panorama refleja una administración que no solo carece de transparencia, sino que se sustenta en la impunidad y el abuso de poder.