En Indonesia y otros países de Asia, usan una técnica ancestral: cultivan arroz y crían peces juntos.
Los peces comen plagas, sus heces fertilizan el suelo y su movimiento oxigena el agua.
Esto aumenta la productividad del arroz y da a los agricultores una fuente extra de ingresos.
Desde 2015, Indonesia lo ha promovido, ayudando a reducir la pobreza y triplicando ingresos en algunos casos. ¡Un ejemplo brillante de agricultura sostenible!