Meléndez también restó importancia al caso al señalar que la víctima “no es originaria del municipio”, sino del municipio de El Carmen Tequexquitla
Luego del intento de linchamiento ocurrido el pasado domingo, donde una mujer fue retenida por pobladores bajo presuntas acusaciones de robo, la presidenta municipal de Tlaltelulco, Rocío Meléndez, minimizó la situación y demostró poca empatía ante un acto de violencia colectiva.
En lugar de condenar los hechos y asumir responsabilidades institucionales, la alcaldesa optó por enfocar su discurso en la necesidad de “cambiar la ideología de la población” y señaló que su administración trabaja en acciones de rescate de espacios públicos y tareas de bienestar social para “prevenir actos violentos”.
Meléndez también restó importancia al caso al señalar que la víctima “no es originaria del municipio”, sino del municipio de El Carmen Tequexquitla, y que solo “rentaba” en Tlaltelulco. Este tipo de comentarios han sido criticados por su tono discriminatorio y por pretender deslindar al municipio de responsabilidad sobre un hecho ocurrido dentro de su territorio.
Dijo que la Fiscalía General de Justicia del Estado ha iniciado una investigación para esclarecer lo ocurrido y determinar si la vivienda en la que habitaba la víctima era utilizada como bodega de objetos robados. Sin embargo, señaló que hasta el momento no existe información oficial que sustente dicha hipótesis, la cual parece estar basada únicamente en rumores entre la población.
Las declaraciones de la presidenta municipal no solo carecen de una postura firme contra la violencia, sino que además evade de responsabilidades.
De hecho, ciudadanos han exigido que el gobierno municipal actúe con mayor responsabilidad y contundencia y haga frente a la delincuencia ya que el municipio está plagado de delitos que de cometen a diario a plena luz del día con el aval de la presidenta municipal.