Su participación fue tan falsa en la plenaria del martes que lo único que provocó fueron críticas.
El Petardo/ La Opinión de El Tenahua/
Sin duda los incendios forestales registrados el pasado 15 de abril en los municipios de Ixtacuixtla, Chiautempan y Atltzayanca dejaron marcada la naturaleza del territorio tlaxcalteca porque se trató de una tragedia.
Este hecho lamentable reflejó la solidaridad de cientos de ciudadanos que se sumaron a combatir las llamas que consumían árboles y toda la naturaleza sin piedad; la donación de víveres y agua fue fundamental para quienes lucharon contra el gran enemigo: “el fuego”. Es digno de reconocer el esfuerzo de todos aquellos que incluso arriesgaron su vida para sofocar las llamas que se hacían más fuertes con el paso del viento.
El protagonismo político.
Es lamentable ver que una desgracia es utilizada para jalar reflectores y simular preocupación porque en los hechos nunca se le vio la participación y me refiero al ridículo e improductivo diputado de oportunidad, Emilio de la Peña Aponte quien subió a la máxima tribuna del Congreso del Estado a decir que los incendios forestales es un tema que le preocupaba.
Si tan preocupado estaba porque no se acercó a las zonas de los siniestros, hubiera aprovechado para aportar herramientas, agua o comida; eso sí es preocuparse, porque no se trata de hablar sino de actuar con hechos.
Su participación fue tan falsa en la plenaria del martes que lo único que provocó fueron críticas.
“Tlaxcala está ardiendo, y no podemos permanecer en silencio y hago un llamado urgente de actuar con responsabilidad, reforzar la prevención y sancionar la negligencia, especialmente en prácticas agrícolas descontroladas como la quema de pastizales”.
“Es el aire que respiramos, el agua que nace en nuestros montes, la vida que resguarda cada árbol”, sostuvo.
Tan luego lo anterior fue posteado en las redes sociales los tlaxcaltecas lo tacharon de cínico y hocicón porque en el momento de crisis, justo cuando los brigadistas y voluntarios estaban pidiendo ayuda a gritos, este legislador de quinta no levantó ni un dedo para demostrar con hechos lo que pregonó en la tribuna.
Mal y de malas, ojalá los ciudadanos del distrito XIII le cobren con facturas su ridículo desempeño como representante del pueblo.
Se dice que quiere ser presidente municipal … habría que esperar que opina el pueblo.