La delincuencia es un tema mundial muy difícil, se justifica alcaldesa de Tlaltelulco 

 

Está más preocupada por la imagen pública que por la seguridad de los ciudadanos.

 

Lejos de asumir con seriedad la gravedad del intento de linchamiento ocurrido el pasado fin de semana en la comunidad de Santa Cruz Tetela, la presidenta municipal Rocío Meléndez Pluma optó por emitir un discurso tibio, más preocupado por la imagen pública que por la seguridad de los ciudadanos.

Entrevistada, en lugar de ofrecer respuestas contundentes o anunciar medidas claras para prevenir hechos similares, Meléndez Pluma se limitó a pedir a la ciudadanía y a los medios de comunicación que «no estigmaticen a los habitantes» de la comunidad. Un llamado que, si bien podría entenderse desde una óptica social, deja en evidencia su falta de compromiso ante una situación de extrema violencia que pudo haber terminado en tragedia.

Mientras los pobladores, hartos de la inseguridad y de la ausencia de autoridad, tomaban justicia por su mano, la alcaldesa se mantuvo en silencio hasta días después del suceso, dejando ver una preocupante indiferencia frente al descontrol social que atraviesa su administración. Su postura resulta no solo tibia, sino peligrosa, ya que minimiza un acto de barbarie y evade el verdadero problema: el vacío de poder y el abandono institucional.

Cabe recordar que no es la primera vez que se presentan hechos violentos en el municipio sin que haya consecuencias claras ni acciones preventivas por parte del gobierno municipal. La falta de patrullajes, la escasa presencia policial y la nula estrategia de seguridad reflejan una gestión ineficaz y rebasada por la realidad.

Resulta urgente que la presidenta municipal asuma su responsabilidad con la seriedad que el cargo demanda. De lo contrario, no solo seguirá siendo omisa, sino también cómplice por inacción ante posibles tragedias futuras.