Lavar los huevos antes de cocinarlos puede aumentar el riesgo de bacterias
El huevo nunca falta en la cocina. Lo usamos para el desayuno, la comida y hasta postres. Es práctico, rico y lleno de nutrientes. Pero hay una costumbre muy común que más vale quitarse, lavarlos antes de meterlos a la olla o al sartén. Y no, no es exageración. Entonces, ¿Por qué no se deben lavar los huevos?
¿Por qué no hay que lavar los huevos?
Mucha gente cree que pasar el huevo por el chorro de agua lo deja más limpio. Pero en realidad, podría estar haciéndolo más peligroso. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) lo dice claramente:
“puede aumentar el riesgo de contaminación”.
Así tal cual. Lo que pasa es que el cascarón trae una capa natural que protege lo de adentro. Esa capita invisible funciona como un escudo contra bacterias. Rafael Carbajal, investigador del Tecnológico Nacional de México en Santiago Papasquiaro, explica que al lavar el huevo se elimina esa protección. Y sin ella, pueden meterse microorganismos a la yema y la clara. Resultado: un riesgo directo para tu salud. Ni aunque veas el huevo sucio, es buena idea mojarlo. En todo caso, solo límpialo con una servilleta o un trapo seco. Nada de agua.
¿Dónde se deben guardar en el refri?
Algunas familias los dejan fuera, otras los guardan adentro. Si tú eres de las que sí los mete al refri, toma en cuenta este consejo: no los pongas en la puerta. La Profeco recomienda guardarlos dentro del refrigerador, pero en una parte que mantenga el frío constante. Nada de moverlos cada que abres y cierras la puerta.
¿Y eso por qué? El mismo Carbajal lo explica: al abrir el refri, el cambio de temperatura hace que se formen pequeñas gotitas en el huevo. Y esas gotitas terminan “lavando” la cubierta natural. Es como si los mojaras sin darte cuenta.