Impulsa diputada Miriam Martínez agenda a favor de las mujeres en Tlaxcala
Tlaxcala, Tlax. | Más allá de un acto biológico, la lactancia materna fue reconocida como un pilar de salud pública, justicia social y dignidad humana durante el foro “Lactamos con Amor”, presidido por la diputada local Miriam Esmeralda Martínez Sánchez, en el Congreso del Estado. El evento marcó un momento clave de reflexión colectiva sobre el respaldo institucional que necesitan las mujeres para ejercer su derecho a lactar libremente, sin estigmas ni obstáculos laborales o culturales.
El objetivo central del foro no fue simplemente conmemorar la Semana Mundial de la Lactancia Materna, sino impulsar una agenda legislativa y social que garantice entornos seguros, sostenibles y dignos para las mujeres que amamantan en Tlaxcala. Así lo expresaron las especialistas y activistas convocadas al espacio, quienes evidenciaron que la lactancia no puede desvincularse de temas como la violencia estructural, la discriminación laboral por embarazo o el abandono institucional.
En su ponencia, la activista Coral Ávila planteó una mirada profunda a las violencias que atraviesan a las mujeres durante el embarazo y el posparto. Citó que Tlaxcala ocupa el segundo lugar nacional en maltrato obstétrico, y que el 68.6% de las mujeres de 15 años o más han vivido algún tipo de violencia en su vida. “La maternidad incomoda en los espacios públicos, en el trabajo, en la política. Y eso es violencia”, enfatizó.
Ávila insistió en que cuidar es un acto revolucionario: “Cuidar nos hizo humanos y sostener la lactancia es una expresión de ese cuidado colectivo que la sociedad está obligada a garantizar”.
Las asesoras en lactancia Martha Isabel Olmedo de LactaTlx y Lizbeth Lagunes de Kunilakta centraron su intervención en evidenciar que, aunque más del 94% de las mujeres desean amamantar, apenas el 33% lo logra de manera exclusiva durante los primeros seis meses, como recomienda la OMS.
Expusieron cifras alarmantes: en México, se pierden hasta 2,400 millones de pesos anuales por malas prácticas de lactancia, mientras que 5,796 muertes infantiles podrían evitarse cada año si se amamantara de forma óptima.
“¿Las madres tienen los apoyos necesarios para sostener la lactancia mientras regresan al trabajo o a la vida pública?”, cuestionaron. Desde ahí, llamaron a transformar la narrativa y la política pública, promoviendo la creación de más salas de lactancia, redes de apoyo comunitario y capacitación institucional continua.
La diputada Miriam Martínez reiteró su compromiso con impulsar reformas que hagan de la lactancia un derecho garantizado por ley. Afirmó que Tlaxcala tiene una deuda pendiente con las mujeres y que la agenda de género debe traducirse en acciones reales, no solo en discursos.
“El derecho a lactar no debe depender de la voluntad de una institución o del contexto familiar. Debe ser un derecho protegido, sostenido, difundido y, sobre todo, libre de culpa y prejuicio”, puntualizó.
El foro “Lactamos con Amor” dejó claro que no se trata solo de amamantar, sino de garantizar condiciones estructurales para que ello sea posible. Tlaxcala tiene el desafío de convertirse en referente nacional en políticas públicas con perspectiva de cuidado, equidad y derechos humanos.