La Opinión de [] Delia Pérez Ibáñez
En Quilehtla vivimos en una realidad que no podemos maquillar: nuestras calles, nuestra economía local, nuestros servicios públicos y, sobre todo, la confianza ciudadana, llevan años cargando con un peso que no les corresponde.
No es falta de voluntad de la gente, sino de visión en quienes han tenido la responsabilidad de conducir el destino del municipio.
La inseguridad, que antes parecía un mal ajeno, ha comenzado a instalarse como una sombra inquietante en las comunidades. Hoy cada día es más común hablar de robos, asaltos, violencia, en un municipio en donde eso no ocurría.
Comerciantes que cierran antes de tiempo, jóvenes que prefieren no salir de noche, madres que exigen mayor vigilancia.
Y la respuesta institucional ha sido mínima y, en ocasiones, más reactiva que preventiva.
Urge construir redes comunitarias de vigilancia coordinadas con cuerpos de seguridad preparados y con recursos suficientes, no sólo para atender emergencias, sino para evitarlas.
Otro reto visible es la precariedad en los servicios básicos. En pleno siglo XXI seguimos teniendo calles sin pavimentar, sistemas de agua con deficiencias y alumbrado público que deja zonas enteras en penumbra.
Esto no sólo afecta la calidad de vida, sino que también limita el desarrollo económico.
Es necesario diseñar un plan de obras públicas que priorice lo urgente, pero que también piense a largo plazo, con participación ciudadana real en la toma de decisiones.
El tejido social, aunque resiliente, no es indestructible. Nuestros jóvenes carecen de espacios para el deporte, la cultura y la capacitación laboral.
Recuperar inmuebles públicos en desuso para convertirlos en centros de desarrollo comunitario no es una utopía, sino una inversión que rendiría frutos en seguridad, educación y cohesión social.
Quilehtla necesita creer en sí mismo otra vez.
La transformación no llegará con discursos vacíos, sino con acciones concretas, con proyectos que surjan del diálogo honesto entre autoridades y vecinos, y con la convicción de que este municipio merece más.