Hace unos días escribí sobre la reducción de la pobreza que el INEGI reveló, ahí explique sobre la mejora que logramos para las y los compañeros por Convenio al pasar de ganar solo $1,500 mensuales que la autoridad educativa estatal pagaba cada tres meses, más otra cantidad similar que aportaban padres de familia o municipios. Hoy perciben $5,000 mensuales, y estamos solicitando que los padres y municipios continúen apoyando con una cantidad semejante, en tanto logramos basificar a todos. Ya llevamos 11 personas con plaza; faltan muchas más, pero quienes ya la obtuvieron hoy reciben poco más de $13,000 mensuales. También resalté la creación de 20 nuevos bachilleratos que sustituyeron extensiones precarias y hoy garantizan salarios dignos a maestras, maestros y trabajadores de apoyo.
El pasado 19 de agosto, en evento público, *entregamos horas adicionales a docentes en servicio de secundarias generales y técnicas*, se trató de un número histórico de entrega de horas adicionales para docentes en servicio y es resultado de un proceso de “*reingenieria*” que se implementó con la finalidad de que los docentes incrementen sus horas y por tanto su ingreso, buscamos que tengan cuando menos 21 horas lo que les permitiría un ingreso por arriba de la linea de Bienestar. *El camino que exploramos y encontramos se entiende en la reorganización del sistema educativo estatal*, no ha sido un proceso sencillo, pero estamos avanzando.
La transformación también se escribe con sueldos dignos, estabilidad y respeto al esfuerzo cotidiano de quienes sostienen la escuela. Ese es el sentido del camino que seguimos en Tlaxcala, en sintonía con la visión de la presidenta Claudia Sheinbaum y el liderazgo de nuestra gobernadora Lorena Cuéllar. Poner en el centro a las y los trabajadores no es consigna, es política pública con resultados.
Hay otros retos. En México, la evidencia muestra que *el personal docente en el sector privado suele trabajar en condiciones más frágiles que en el público*. Por eso hemos puesto la mirada en un frente muchas veces invisible. En Tlaxcala estimamos más de 6,000 trabajadoras y trabajadores en escuelas particulares. Ganan poco y enfrentan alta rotación y bajos márgenes de protección. Como gobierno ya abrimos una interlocución seria con las direcciones de planteles y con las asociaciones del sector para mejorar sus condiciones, promover pagos puntuales, contratos formales, acceso a seguridad social y un piso salarial digno. *No se trata de asfixiar a las escuelas privadas, sino de ordenar el terreno para que ninguna compita precarizando al personal*. Esa es la lógica del *humanismo mexicano*, crecimiento con justicia, productividad con derechos.
La ruta está clara. Primero, reconocer y regularizar donde hubo informalidad. Segundo, elevar los ingresos de quienes quedaron rezagados, como hicimos con el personal por Convenio. Tercero, asegurar financiamiento público donde antes se cargaba a las familias, como en los bachilleratos estatales. Cuarto, incrementar las horas asignadas a docente en servicio, como lo acabamos de hacer. Quinto, abrir una agenda de corresponsabilidad con la educación particular para cerrar brechas y evitar abusos. Todo con datos, diálogo y legalidad.
Transformar la educación es también transformar la vida de quienes trabajan en ella. Hoy Tlaxcala da pasos firmes en esa dirección. Con la guía de la presidenta Claudia Sheinbaum, el respaldo de la gobernadora Lorena Cuéllar y el trabajo cotidiano de miles de docentes y personal de apoyo, seguimos construyendo un sistema educativo que ponga la dignidad en el centro. Porque cuando una maestra cobra lo justo y tiene estabilidad, gana su familia, su escuela y gana Tlaxcala. Y cuando Tlaxcala gana, gana México.
*Iniciamos Ciclo Escolar 2025-2026, y avanzamos una vez más*
*Homero Meneses Hernández*