Lo más indignante fue que el alcalde salió en defensa de los agresores, justificando la violencia y acusando a los medios de “amarillistas” por denunciar lo que él intenta ocultar.
Aureliano Sánchez Sánchez, presidente municipal de Santa Cruz Quilehtla, fue calificado como un mandatario cínico, prepotente y cómplice de la violencia.
Hace unos días, un grupo de adolescentes fue brutalmente golpeado por policías locales tras un altercado menor. Lejos de proteger a los jóvenes, los uniformados desataron una paliza despiadada, dejándolos marcados física y emocionalmente.
Lo más indignante fue que el alcalde salió en defensa de los agresores, justificando la violencia y acusando a los medios de “amarillistas” por denunciar lo que él intenta ocultar.
Sánchez Sánchez también protege a su círculo de corruptos. Ricardo N., director de Obras Públicas, está señalado por desfalcos y caos financiero durante su gestión entre 2017 y 2021, y pese a ello sigue operando bajo la protección del presidente municipal.
Santa Cruz Quilehtla se ha convertido en un terreno donde los jóvenes temen a quienes deberían cuidarlos y los recursos públicos caen en manos de funcionarios impunes.
Todo esto sucede con la complicidad de un alcalde que gobierna como un “padrino” de golpeadores y corruptos, dejando a la ciudadanía atrapada entre miedo e indignación.