Los documentos de transparencia desenmascararon la farsa y evidenciaron que no hubo compra, solo un contrato de arrendamiento.
En Hueyotlipan el camión recolector de basura “YUAWI”, que el alcalde Sóstenes Bedolla Espinoza presentó como símbolo de eficiencia y modernidad, jamás fue comprado. La verdad salió a la luz y solo se trataba de una renta maquillada como adquisición.
El supuesto “gran logro” de su administración se convirtió en una burla. En febrero de 2024, Bedolla organizó un evento lleno de propaganda, con funcionarios invitados y hasta un “padrino” improvisado —el secretario de Educación, Homero Meneses— para presumir lo que, en realidad, nunca existió.
Los documentos de transparencia desenmascararon la farsa y evidenciaron que no hubo compra, solo un contrato de arrendamiento. Así, lo que se anunció como muestra de honestidad y responsabilidad, terminó siendo un engaño planeado para manipular a la ciudadanía.
Ahora, los habitantes de Hueyotlipan exigen explicaciones. Se sienten utilizados, burlados y traicionados.
El alcalde de Movimiento Ciudadano ya no enfrenta un problema administrativo, sino una crisis de credibilidad que difícilmente podrá borrar y combatir, ya que los ciudadanos se dicen engañados por su autoridad y temen que en otras adquisiciones o situaciones el alcalde haya mentido de la misma manera.
