Mientras en redes, ciudadanas y colectivos califican a la gestión de Cano como una burla cruel, ya que un programa creado para proteger a la mujer termina violentando a su propio personal.
La llamada “defensora de mujeres”, Nydia Cano Rodríguez, mostró ser una funcionaria incapaz, corrupta y déspota que mantiene a los Centros LIBRE de Tlaxcala en la ruina.
A través de la Secretaría de la Mujer, desde mayo de 2025, psicólogas, abogadas y trabajadoras sociales han sido condenadas a trabajar sin sueldo.
Cuatro meses de adeudos que Cano maquilla con promesas falsas, mientras el hostigamiento laboral y la prepotencia marcan el día a día en la Secretaría de la Mujer.
Las denuncias describen un panorama vergonzoso: contratos chuecos firmados a medianoche, facturas canceladas sin sentido, oficinas improvisadas que violan la privacidad de las víctimas y un ambiente envenenado por los caprichos de Cano y su camarilla. Varias profesionistas ya tiraron la toalla, dejando a comunidades enteras sin atención en un estado donde la violencia contra mujeres es una emergencia real.
Mientras en redes, ciudadanas y colectivos califican a la gestión de Cano como una burla cruel, ya que un programa creado para proteger a la mujer termina violentando a su propio personal.
El colmo: el 29 de agosto, Cano salió a dar la cara solo para soltar la misma cantaleta de siempre: que los pagos llegarán “en próximos días”. Hasta el 2 de septiembre no hay un solo peso depositado, ni medidas para frenar el hostigamiento, ni sanciones a los responsables. Solo silencio e impunidad.
La historia no es nueva. En 2024, Cano ya había sido señalada por explotación laboral y cobros irregulares en el Instituto Estatal de la Mujer. Hoy repite la fórmula, con el cinismo intacto y el mismo desprecio hacia quienes deberían ser sus aliadas en la lucha contra la violencia.
Mientras tanto, Tlaxcala sigue en rojo: 7 de cada 10 mujeres han sufrido violencia y en 2025 ya se contabilizan feminicidios y miles de llamadas de auxilio. Y mientras la tragedia avanza, Nydia Cano juega a la política y destroza lo poco que había de apoyo institucional.
