Los comerciantes aprovecharon para exhibir también el, socavón de la calle Lira y Ortega una afectación visible desde hace meses y que, aseguran, el Ayuntamiento se niega a reparar bajo el argumento de que corresponde a un particular.
La Asociación de Comerciantes Unidos de Tlaxcala, alzaron la voz contra el Ayuntamiento de Tlaxcala y lo acusaron de ser cómplice de un sistema corrupto que, lejos de ordenar la actividad comercial, la ha convertido en un terreno fértil para abusos, cobros arbitrarios y desatención a problemas urgentes de la ciudad.
A través de una conferencia de prensa, Librado Muñoz sostuvo que la Dirección de Comercio y la administración del mercado Emilio Sánchez Piedras se han transformado en un foco de corrupción. Según afirmaron, inspectores y funcionarios operan bajo la protección de mandos superiores, aplicando notificaciones ilegales, cobros alterados y trato despótico, tanto para el comercio informal como para quienes están debidamente regularizados.
“Ya no se trata de orden, se trata de extorsión”, advirtieron los inconformes, quienes señalaron que la autoridad municipal usa el tabulador de precios como un arma de presión, ajustándolo a conveniencia y afectando directamente a la economía de cientos de familias que dependen de la venta diaria.
Los comerciantes aprovecharon para exhibir también el, socavón de la calle Lira y Ortega una afectación visible desde hace meses y que, aseguran, el Ayuntamiento se niega a reparar bajo el argumento de que corresponde a un particular. Para los inconformes, esta postura refleja el desdén de la autoridad municipal hacia problemas que comprometen la seguridad de vecinos, peatones y automovilistas.
La protesta no solo apuntó al Ayuntamiento. Los vendedores demandaron que el Congreso local intervenga y revise a fondo la Ley de Ingresos municipal, pues acusaron que varios regidores desconocen el procedimiento legal para establecer cuotas y tarifas, situación que ha derivado en cobros alterados y discrecionales.
Los inconformes pidieron que se limite el poder de los subordinados de la Dirección de Comercio, a quienes acusaron de abusar de su cargo con respaldo de la administración. También exigieron transparencia real en el manejo de recursos y un tabulador de precios claro y legal, que no deje espacio a la discrecionalidad de los funcionarios.
Los mayoristas advirtieron que si no son atendidos, radicalizarán sus protestas con medidas más contundentes, responsabilizando al Ayuntamiento de la inestabilidad que estas acciones puedan generar.
“Los comerciantes somos parte esencial de la economía local, pero estamos siendo tratados como enemigos. Si el gobierno municipal no escucha, tomaremos la calle de otras maneras”, señalaron.