Durante más de una semana, el funcionario permaneció al margen de las protestas por el bajo precio del maíz y el rechazo al programa de semillas.
Los bloqueos que colapsaron durante días las carreteras y vías férreas de Tlaxcala dejaron al descubierto la falta de liderazgo y la evidente incapacidad del secretario de Impulso Agropecuario, Rafael de la Peña Bernal, cuya pasividad permitió que el conflicto con productores se saliera de control.
Durante más de una semana, el funcionario permaneció al margen de las protestas por el bajo precio del maíz y el rechazo al programa de semillas, pese a los llamados urgentes de campesinos que exigían diálogo y soluciones.
Entrevistado al respecto dijo que las negociaciones, por cierto, tardías, con los productores permitió que las vías de comunicación fueran abiertas.
Reconoció que su falta de atención en el tema provocó pérdidas económicas, paralizó el transporte ferroviario y afectó gravemente el comercio local.
Solo cuando las afectaciones se volvieron insostenibles, De la Peña Bernal se presentó a negociar, firmando acuerdos de último momento que muchos califican de improvisados y poco creíbles. Los supuestos apoyos económicos y programas de equipamiento siguen sin definirse, lo que ha generado desconfianza entre los productores.
El mal manejo del conflicto exhibió la falta de estrategia de la Secretaría de Impulso Agropecuario y la desconexión del gobierno estatal con las verdaderas necesidades del campo tlaxcalteca.
Mientras que dijo que las investigaciones y denuncias en contra de los productores por cerrar las vías de comunicación continuarán dándoles el trámite correspondiente.
