Padilla advirtió que el manejo gubernamental de la protesta social está escalando hacia una peligrosa dinámica de persecución política.
El Partido Revolucionario Institucional en Tlaxcala elevó el tono de sus críticas contra el gobierno federal, al denunciar lo que calificó como un preocupante retorno a prácticas autoritarias tras los acontecimientos ocurridos durante la movilización de la “Generación Z” en la Ciudad de México, donde jóvenes manifestantes fueron detenidos en un operativo policial.
El dirigente estatal del PRI, Enrique Padilla Sánchez, sostuvo que los hechos revelan un gobierno incapaz de dialogar con la ciudadanía y más dispuesto a usar la fuerza pública que a escuchar las demandas juveniles. Señaló que resulta contradictorio que una administración que se reivindica como progresista recurra a mecanismos que, dijo, “sofocan la libertad y profundizan la división entre mexicanos”.
Padilla advirtió que el manejo gubernamental de la protesta social está escalando hacia una peligrosa dinámica de persecución política. “La protesta no es un delito; convertirla en un problema de seguridad es el reflejo de un poder que teme la crítica. Lo ocurrido con estos jóvenes no puede normalizarse ni minimizase”, apuntó.
