Apizaco vive una crisis de seguridad, con autoridades municipales rebasadas, mientras la población enfrenta la delincuencia sin respaldo real del gobierno local provocando que los índices delictivos aumenten y la ciudadanía sea presa fácil de las bandas criminales
La inseguridad se ha convertido en el principal problema de Apizaco, con robos, asaltos a comercios y transeúntes, cristalazos, despojos violentos y presencia constante de grupos delictivos que operan a plena luz del día y por las noches, sin que exista una respuesta efectiva del gobierno municipal encabezado por Javier Rivera Bonilla.
Colonias como Santa Rosa, Centro, Loma Florida, Fátima y La Ciénega, así como zonas comerciales y vialidades principales, carecen de patrullajes permanentes. Vecinos denuncian que los delincuentes se mueven en motocicletas y camionetas, vigilan negocios por horas o días y regresan a cometer los delitos con total impunidad.
El hecho mas reciente fue cuando habitantes de la calle Morelos y colonia Santa Rosa retuvieron a un presunto delincuente que ya había sido detectado merodeando comercios.
El hecho evidenció que la ciudadanía actúa sola, ya que el auxilio policial fue tardío, como ocurre de manera recurrente.
Comerciantes y vecinos aseguran que las denuncias no prosperan, los detenidos recuperan su libertad y no hay resultados visibles en la estrategia de seguridad municipal. La percepción general es de abandono institucional, lo que ha generado miedo, hartazgo y una creciente organización vecinal para evitar ser víctimas.
Apizaco vive una crisis de seguridad, con autoridades municipales rebasadas, mientras la población enfrenta la delincuencia sin respaldo real del gobierno local provocando que los índices delictivos aumenten y la ciudadanía sea presa fácil de las bandas criminales
