Lorena Angélica García Juárez
En Tlaxcala, hablar de las comunidades no es hablar de teoría… Es hablar de nuestra vida cotidiana. De los caminos por los que caminamos todos los días, del agua que llega —o a veces no llega— a nuestras casas, de los jóvenes que buscan oportunidades y de las mujeres que sostienen con su trabajo y su esperanza la fuerza de nuestros pueblos.
En La Magdalena Cuextotitla, como en todo Españita, sabemos lo que significa luchar con lo poco, estirar cada peso, y aun así, salir adelante con creatividad y unidad.
Pero también sabemos que ya no basta con la voluntad.
Las comunidades necesitamos gobiernos que confíen en su gente, que distribuyan el poder, y que dejen de tratarnos como el último eslabón del sistema.
Durante años hemos escuchado promesas. Pero los problemas siguen siendo los mismos:
caminos deteriorados, agua insuficiente, servicios básicos a medias y jóvenes sin oportunidades.
Eso tiene que cambiar.
Yo creo en un gobierno municipal que escuche, que rinda cuentas, y que haga de la honestidad su principal herramienta de trabajo.
Porque cuando un peso se invierte con ética, se multiplica en bienestar.
Pero cuando se desvía, se roba una esperanza, una beca, una oportunidad.
El progreso no debe depender de la voluntad política de unos cuantos, sino de reglas claras y justas para todos. Necesitamos presupuestos suficientes, capacitación para los servidores públicos, e informar a donde se invierte cada peso y cada centavo.
En Acción Nacional creemos en el humanismo político; en poner a la persona al centro,
en gobernar con principios, y en entender que la comunidad no es un apéndice del municipio…es su origen, su corazón y su razón de ser.
Por eso no dudo que Españita necesita rumbo, trabajo, honestidad y resultados.
Yo quiero ser parte de esa renovación, porque sé lo que cuesta construir con las manos,
y sé lo que duele cuando la política se olvida de la gente.
Hoy, más que nunca, las comunidades de Tlaxcala merecen ser escuchadas,
respetadas y fortalecidas. Y mi Españita y Tlaxcala necesita de la suma de todas y todos sin pretextos y con responsabilidad.
