Hasta este momento el ayuntamiento no ha mostrado interés de solucionar la problemática.
Vecinos de la comunidad de San Esteban Tizatlán tuvieron que improvisar con llantas, piedras y una lona para señalar un enorme bache que se abrió sobre Avenida Juárez, a la altura del Instituto David Palma y el Hotel Señorial.
La situación, provocada por las lluvias recientes, fue ignorada por las autoridades municipales pese a las constantes quejas de los residentes. Desde hace más de una semana, el bache representa un peligro diario para automovilistas, motociclistas y peatones. La respuesta del gobierno municipal ha sido el silencio.
“Ya pasó una semana y nadie ha venido. Si no lo señalamos nosotros, alguien ya se habría accidentado. Parece que al presidente municipal no le interesa lo que pasa fuera de sus eventos”, denunció un habitante de la zona.
Y es que mientras los vecinos resuelven con lo que tienen, el alcalde ha sido visto recorriendo mercaditos, posando para fotos, asistiendo a actos políticos y disfrutando de platillos típicos, sin siquiera mencionar la crítica situación de las vialidades de la capital.
Las imágenes del bache improvisadamente señalizado se han viralizado en redes sociales como símbolo del deterioro urbano que vive Tlaxcala capital: calles llenas de hoyos, falta de mantenimiento, y una administración más preocupada por su proyección política que por las necesidades básicas de la ciudadanía.
“El alcalde anda comiendo garnachas mientras la ciudad se cae a pedazos”, señalaron los colonos, quienes exigieron atención inmediata y una disculpa pública por parte de la autoridad.
Hasta el momento, el Ayuntamiento no ha dado respuesta ni ha enviado personal a reparar la vialidad afectada, al contrario la comunicación es obsoleta y el alcalde sólo se limita a andar en pasarelas políticas mientras la inseguridad, lo baches, la falta de obra, desbasto de agua, desatención de servicios públicas anda por los suelos y los ciudadanos deben actuar por cuenta propia. Eso sí el alcalde busca reflectores para consolidarse como candidato a la gubernatura, olvidándose de las verdaderas necesidades de la población.