Paco, el famoso “niño de las empanadas”, reveló la dura verdad detrás de su historia. A los 14 años salía todos los días con 300 empanadas desde las 10 a.m. hasta las 10 p.m. para venderlas en la playa. Si no lograba venderlas todas, en su casa lo recibían con golpes y humillaciones.
“Para mí no vender una empanada era miedo, era un castigo… por eso insistía tanto. No sabían que detrás de mi sonrisa había desesperación”, confesó.
Contó que incluso cuando un cliente solo quería una foto y no le compraba nada, él sentía terror: significaba regresar con producto y recibir violencia.
El niño que muchos hicieron viral cargaba con un peso que casi nadie conocía: el miedo y la presión de sobrevivir vendiendo empanadas bajo amenaza. #PacoEmpanadas
