Blanca Ángulo le dio aguinaldo solo a puros cuates; los demás no son importantes 

 

 

La decisión ha generado enojo y frustración entre empleados municipales que, pese a cumplir con jornadas completas y responsabilidades operativas durante todo el ejercicio fiscal.

 

 

Mientras en su discurso oficial habla de orden administrativo y responsabilidad financiera, en los hechos el gobierno municipal de Chiautempan encabezado por Blanca Ángulo Meneses exhibe una profunda desigualdad interna: regidores, síndico y personal cercano a la alcaldesa cobraron íntegros aguinaldos, vacaciones y prestaciones, mientras trabajadores de confianza fueron dejados sin estos derechos básicos al cierre del año.

La decisión ha generado enojo y frustración entre empleados municipales que, pese a cumplir con jornadas completas y responsabilidades operativas durante todo el ejercicio fiscal, no recibieron ni aguinaldo ni el reconocimiento de sus vacaciones, sin que exista hasta ahora una explicación clara o un calendario de pago.

 

Para los trabajadores afectados, dijeron que en el Ayuntamiento de Chiautempan hay empleados de primera y de segunda. Mientras el círculo político de la presidenta municipal fue blindado económicamente, el personal sin poder de decisión cargó con el ajuste y las omisiones.

La falta de recursos, argumento recurrente de la administración, no aplicó para todos por igual.

 

Los pagos completos a funcionarios de alto nivel contrastan con la negativa a cumplir obligaciones laborales mínimas, lo que ha encendido críticas por un manejo selectivo del presupuesto y una política laboral que prioriza lealtades por encima de derechos.

Y es que, Blanca Ángulo no informó bajo qué criterios se decidió quién cobraba y quién no, ni qué acciones se emprenderán para subsanar la omisión. Esta falta de respuesta ha sido interpretada por los afectados como indiferencia y desprecio hacia la base trabajadora del municipio.

El caso no solo expone un conflicto laboral, sino que golpea directamente la credibilidad de la presidenta municipal, al evidenciar una administración que protege a su élite política mientras abandona a quienes sostienen la operación diaria del Ayuntamiento.