FORMULA // Se tardó el diputado Víctor Báez en sacar su pelaje político, lleva la sangre tricolor y tiene la misma camiseta asquerosa que no puede ocultar.
Se olvidó de aquellos días cuando le ponía la cara de lambiscón al presidente electo Andrés Manuel López Obrador, para que fuera beneficiado con ese efecto que logró el triunfo de muchos y que pocos reconocen, ahora es fiel servidor del gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez.
Todo basto para ver que en la sesión ordinaria de este jueves, los diputados locales del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y del Partido del Trabajo (PT) desconocieron prácticamente a sus coordinadores de fracción, Víctor Manuel Báez López e Irma Jordana Garay Loredo, por considerar que son una porquería y vende patrias.
Ante el Pleno fueron acusados de tomar decisiones a beneficio propio y al mismo tiempo de ser traidores, peleles y descarados por arrastrase con el gobierno estatal.
Con los ánimos calientes, los inconformes confesaron que les hicieron ofrecimientos a cambio de respaldar su dictamen, y entre esos ofrecimientos mencionaron la posibilidad de quitar al diputado Rafael Ortega Blancas del Comité de Administración.
Esto se originó por el nombramiento de los titulares de la Secretaría Parlamentaria y de las direcciones de Comunicación Social y Jurídica, y del Instituto de Estudios Legislativos.
Quien a través de una llamada telefónica el Ejecutivo dio indicaciones para que se nombraran a los personajes que él había palomeado, acciones que provocó ámpula, el diputado José Luis Garrido expuso que solo recibe indicaciones de López Obrador.