La diputada plurinominal, Lorena Ruiz García, anunció públicamente su renuncia al Partido del Trabajo (PT) para sumarse a los trabajos de promoción de la aspirante a la Presidencia de México, Claudia Sheinbaum Pardo.
Ruiz García sale por la puerta trasera como vil traidora, pues el partido de la estrella le dio la oportunidad de ocupar una curul en el Congreso del Estado y ahora simplemente se va.
Es prematuro pensar que la decisión no provocó molestias dentro del instituto político, pero al paso del tiempo se conocerán los verdaderos intereses que la obligaron a dejar las siglas que le están dando vida de millonaria en estos tiempos.
Es lógico que busca otro espacio en la administración pública, pues en el Palacio Legislativo le queda cerca de un año para seguir disfrutando de las mieles del presupuesto público.
A esto hay que sumarle que como a muchos petistas, no es de su agrado el polémico y bocón aspirante, Gerardo Fernández Noroña, quien hace tiempo fue obligado a pedirle una disculpa pública a la panista, Adriana Dávila Fernández por ligarla a la trata de personas con fines de explotación sexual en Tlaxcala.
Finalmente cabe mencionar que la congresista traidora se declaró independiente en lo que le resta de la Legislatura, sin embargo, no descarta sumarse a Morena. Esto está lleno de incoherencias.