Apenas entró y la gente ya no quiere al alcalde de Ixtacuixtla por incompetente y h.0cic.0n
El presidente municipal de Ixtacuixtla, Alberto Hernández Olivares, fue acusado por los habitantes debido a su falta de capacidad para dialogar y resolver las problemáticas que afectan a la comunidad.
Falta de diálogo y la gestión errática han puesto en tela de juicio la capacidad del alcalde de Ixtacuixtla para liderar el municipio.
El presidente municipal de Ixtacuixtla, Alberto Hernández Olivares, fue acusado por los habitantes debido a su falta de capacidad para dialogar y resolver las problemáticas que afectan a la comunidad.
El malestar ciudadano se intensificó tras los recientes incidentes en los que el alcalde utilizó gas lacrimógeno para dispersar a un grupo de vecinos originarios de Santa Justina Ecatepec, que exigían soluciones y la entrega de recursos económicos correspondientes a su comunidad encabezados por el líder comunitario Daniel Piedras Tepepa y el presidente de la comunidad, Ignacio Rodríguez.
Lejos de dialogar con los vecinos y buscar una solución pacífica, Alberto Hernández Olivares optó por ordenar la dispersión del grupo utilizando gas lacrimógeno, una medida que fue duramente criticada por los habitantes, quienes calificaron la acción como una muestra de su intolerancia y falta de capacidad para gestionar el conflicto.
«No podemos permitir que un líder municipal recurra a la violencia para evitar enfrentar nuestras demandas justas», señaló uno de los manifestantes tras el incidente.
Además de los problemas de seguridad, los vecinos han señalado la deficiencia en servicios públicos como la recolección de basura, el mantenimiento del alumbrado público, y otros servicios esenciales que no han sido atendidos bajo el argumento de falta de recursos.
Sin embargo, los habitantes cuestionan esta justificación, afirmando que han visto al alcalde en diferentes restaurantes de la capital del estado, gastando en lujosas comidas y costosas bebidas mientras el municipio sufre carencias.
Los líderes comunitarios insisten en que el alcalde debe rendir cuentas claras sobre el destino de los recursos públicos, particularmente en lo que respecta a los fondos destinados a la comunidad de Santa Justina Ecatepec.
Afirman que la retención de estos fondos ha frenado el progreso local y han advertido que no desistirán en sus exigencias hasta que se liberen los recursos bloqueados de manera injustificada.
El actuar de Hernández Olivares en este contexto ha generado un clima de descontento generalizado en Ixtacuixtla, donde cada vez más comunidades expresan su inconformidad ante la falta de soluciones a problemas que van desde la inseguridad hasta la atención deficiente de los servicios básicos.
La imagen del alcalde se ha visto seriamente afectada, y muchos consideran que su negativa a dialogar y su uso de la fuerza para acallar protestas son señales de una administración incapaz de responder a las necesidades de sus ciudadanos.
La situación en Ixtacuixtla continúa siendo tensa, y se espera que las manifestaciones y las demandas de transparencia sigan aumentando mientras no se dé una respuesta clara a las peticiones de los habitantes.
Alberto Hernández Olivares enfrenta una prueba crucial en su mandato, donde la falta de diálogo y la gestión errática han puesto en tela de juicio su capacidad para liderar el municipio.