Lo que comenzó como un proyecto de apoyo mutuo se ha convertido en un acto de desilusión para los trabajadores, quienes aseguran que, tras asumir el cargo.
Trabajadores del municipio de Xiloxotla denunciaron que fueron obligados a firmar sus renuncias, pese a haber trabajado arduamente durante la campaña electoral de la actual presidenta municipal, Yazmín Jiménez Rugerio.
Según testimonios de los mismos empleados, durante la campaña, estos se dedicaron «de sol a sol» a pedir el voto y apoyar las actividades de la campaña, con la promesa de un empleo estable y beneficios bajo la administración de Jiménez Rugerio.
Sin embargo, lo que comenzó como un proyecto de apoyo mutuo se ha convertido en un acto de desilusión para los trabajadores, quienes aseguran que, tras asumir el cargo, la presidenta los ha dejado desprotegidos.
De acuerdo con sus declaraciones, han sido presionados a firmar su renuncia bajo la amenaza de despidos y chantajes, lo que ha causado un ambiente de inconformidad y molestia entre los empleados municipales.
Los trabajadores denuncian que, desde el inicio, se les advirtió sobre los asesores de la presidenta, a quienes calificaron como «inexpertos» y «una porquería», pero la presidenta les brindó su confianza, lo que ahora consideran un error.
Aseguran que estos asesores no solo han influido negativamente en la toma de decisiones de la presidenta, sino que también han contribuido al mal manejo de la situación, llevando a la presidenta a tomar decisiones que perjudican a quienes trabajaron incansablemente en su campaña.
«Nosotros no tenemos la culpa de que nuestra presidenta sea una inexperta . Nos ofrecieron un buen empleo y ahora nos están dejando fuera. Nos hicieron firmar nuestra renuncia cuando lo único que queríamos era seguir trabajando por el bienestar del municipio», declaró un trabajador afectado.
Este descontento ha generado un fuerte rechazo hacia los asesores de la presidenta, quienes, según los empleados, solo han causado caos y desconcierto dentro del municipio. La situación ha generado un ambiente de desconfianza, no solo hacia la presidenta, sino también hacia los asesores que han formado parte de su equipo de trabajo.
Ante esta situación, los empleados afectados pidieron una revisión de las decisiones tomadas y que se respeten los acuerdos hechos durante la campaña, exigiendo que los derechos de los trabajadores sean respetados y que se garantice su estabilidad laboral.
