Delincuencia se pitorrea del aspirante a gobernador; se registra tiroteo en la capital 

 

Un ataque armado perpetrado frente a la central camionera dejó a dos hombres gravemente heridos.

 

 

La madrugada de este jueves Tlaxcala volvió a ser escenario de la violencia que día a día se apodera del municipio ante la pasividad del alcalde Alfonso Sánchez García.

Un ataque armado perpetrado frente a la central camionera dejó a dos hombres gravemente heridos, en un hecho que deja al descubierto no solo la vulnerabilidad de la población, sino también la incapacidad de la autoridad municipal para actuar frente a una ola de inseguridad que crece sin freno.

Hombres armados que se desplazaban en una camioneta blanca tipo Journey dispararon contra un negocio de maquinitas, ubicado junto a una Farmacia Similares en pleno centro de la capital. Marco Antonio N., de 25 años, recibió un rozón de bala en la cabeza, mientras que Javier N., de aproximadamente 50 años, sufrió una lesión grave con exposición de masa encefálica. Ambos fueron trasladados de urgencia a hospitales públicos por la Cruz Roja Mexicana.

A pesar de lo alarmante del hecho, que fue reportado poco después de la medianoche, la respuesta del gobierno municipal ha sido, una vez más, el silencio. Alfonso Sánchez García, presidente municipal de Tlaxcala, no solo ha evitado pronunciarse públicamente sobre este atentado, sino que ha permanecido completamente ausente ante la creciente inseguridad que tiene en jaque a vecinos y comerciantes.

Mientras los delitos aumentan en diversas colonias del municipio —robos, asaltos, balaceras, extorsiones—, el edil ha optado por mirar hacia otro lado. No hay operativos, no hay estrategia, no hay presencia policial efectiva. Lo único constante es la indiferencia de una administración municipal que ha renunciado, en los hechos, a su obligación de proteger a la ciudadanía.

Las autoridades estatales y la Fiscalía General de Justicia han iniciado las diligencias correspondientes, pero el fondo del problema sigue intacto: en Tlaxcala reina la impunidad y el miedo, y el presidente municipal sigue sin asumir su responsabilidad, pero eso sí con aspiraciones de gobernar el estado de Tlaxcala, pero contrario a eso se ha visto el caos, la indiferencia e inexperiencia del funcionario a quien le ha quedado grande el cargo.