- Esta administración ha dejado claro que su prioridad no es la seguridad, ni el bienestar, ni el orden. Su única preocupación es mantener viva una imagen pública falsa, comprada con dinero del pueblo.
La delincuencia manda en Santa Cruz Tlaxcala y el alcalde Omar Maldonado sigue jugando a ser artista y promotor de espectáculos. Mientras los ciudadanos viven con miedo, negocios cierran y espacios públicos son saqueados una y otra vez, el presidente municipal se dedica a derrochar recursos en bailes, conciertos y shows que no sirven para nada.
Y es que la Casa de Autorrealización fue robada por segunda vez en menos de un mes. Nadie cuida nada. Nadie responde. Y, como siempre, el alcalde no da la cara. Su silencio es tan grave como su negligencia.
Esta administración ha dejado claro que su prioridad no es la seguridad, ni el bienestar, ni el orden. Su única preocupación es mantener viva una imagen pública falsa, comprada con dinero del pueblo.
La gestión de Omar Maldonado es un insulto a la inteligencia y al sufrimiento de los ciudadanos. Estamos ante un gobierno ausente, frívolo y completamente desconectado de la realidad. No se gobierna con tarimas ni aplausos; se gobierna con resultados, con trabajo, con compromiso. Y de eso, esta administración no tiene nada. Mientras el presidente, juega a ser figura pública, la gente vive con miedo.
