El dueño de “Capitán” ha recurrido a las redes sociales como único medio para buscar ayuda, publicando diariamente fotografías del perrito con la esperanza de obtener alguna pista sobre su paradero.
La inseguridad en Chiautempan ha alcanzado niveles alarmantes bajo el gobierno de la presidenta municipal Blanca Angulo Meneses, al grado de que ni los animales de compañía están a salvo.
Un caso emblemático de esta crisis es el robo de una camioneta Ford Ranger blanca ocurrido en marzo pasado, al interior del estacionamiento del centro comercial Chedraui en cuyo interior iba un perrito de raza chihuahua llamado “Capitán”, del que hasta la fecha no se tiene rastro.
A más de dos meses del incidente, ni la unidad ni la mascota han sido localizadas, lo que refleja no solo la ineficacia en las acciones de seguridad pública, sino también la falta de respuesta institucional frente a los ciudadanos que buscan justicia o, al menos, una mínima atención por parte de las autoridades locales.
El dueño de “Capitán” ha recurrido a las redes sociales como único medio para buscar ayuda, publicando diariamente fotografías del perrito con la esperanza de obtener alguna pista sobre su paradero. Sin embargo, no ha recibido respuesta ni apoyo formal del ayuntamiento, lo que ha generado indignación y empatía entre los habitantes del municipio.
Vecinos de distintas colonias han señalado que este no es un caso aislado. Robos a casa habitación, a vehículos y a negocios son reportados con frecuencia, mientras la alcaldesa se mantiene distante del tema de seguridad. En lugar de presentar resultados o estrategias concretas, la administración de Blanca Angulo ha optado por minimizar los hechos, dejando a la ciudadanía en un estado de abandono.
Este caso, aunque doloroso y aparentemente menor, se ha convertido en un símbolo del hartazgo ciudadano. Cuando en Chiautempan roban una camioneta con todo y perro y ni eso puede resolverse, queda en evidencia la fragilidad del sistema de seguridad pública y la falta de compromiso de quienes deberían proteger a la población.
Organizaciones ciudadanas han comenzado a exigir cuentas a la alcaldesa, al señalar que su gestión ha sido marcada por omisiones, simulaciones y una preocupante indiferencia ante la ola de delitos que afecta al municipio.