La ciudadanía, por su parte, observa con preocupación cómo la figura del edil se desgasta más con cada aparición pública en la que, lejos de aclarar, enreda aún más el panorama político y social del municipio.
Visiblemente molesto y alterado, el presidente municipal Alfonso Sánchez García enfrentó a medios de comunicación durante una entrevista en la que respondió a los constantes señalamientos en su contra.
Entre cuestionamientos sobre su gestión, el edil lanzó un mensaje desafiante dirigido tanto a ciudadanos como a actores políticos: “Quien tenga pruebas de mi mala gestión, de que estoy utilizando al gobierno municipal para lanzarme a la gubernatura o de que estoy influyendo en el voto para la elección de magistrados en el proceso judicial extraordinario, que las presente”.
El presidente municipal, aunque aseguró que él “se mantiene al margen” de estas acusaciones, mostró una postura confrontativa, reflejo del creciente desgaste político que enfrenta su administración. Cansado de las críticas, los señalamientos por un gobierno ineficiente y cuestionamientos sobre su actuar como servidor público, Sánchez García exigió a sus detractores que no se limiten a “denostar” y presenten pruebas concretas.
Paradójicamente, y pese a no haber sabido manejar su imagen pública ni definir una estrategia de comunicación coherente, el alcalde aún se siente ofendido por las críticas. Lejos de hacer autocrítica, se atreve incluso a lanzar lo que muchos perciben como una amenaza o intento de amedrentamiento contra quienes lo señalan, exigiéndoles pruebas de lo que él mismo ha hecho o ha permitido que ocurra bajo su gestión. La ciudadanía, por su parte, observa con preocupación cómo la figura del edil se desgasta más con cada aparición pública en la que, lejos de aclarar, enreda aún más el panorama político y social del municipio.
Las declaraciones del alcalde ocurren en un contexto de creciente descontento social por presuntos actos de corrupción, falta de transparencia y una gestión municipal que diversos sectores consideran deficiente. Grupos ciudadanos y representantes de la oposición han solicitado en reiteradas ocasiones una investigación formal sobre el uso de recursos públicos y posibles actos de proselitismo político desde el gobierno local.