La falta de acciones concretas para garantizar la seguridad al interior de Ciudad Judicial no solo pone en riesgo a trabajadores y visitantes, sino que también socava la credibilidad del Poder Judicial.
A plena luz del día, delincuentes abrieron el vehículo de una trabajadora del Poder Judicial del Estado de Tlaxcala y sustrajeron objetos de valor del interior. El hecho ocurrió en el estacionamiento de Ciudad Judicial, ubicado en Santa Anita Huiloac, municipio de Apizaco, y deja en evidencia las serias deficiencias en materia de seguridad bajo la administración de la magistrada Anel Bañuelos Meneses, presidenta del Tribunal Superior de Justicia del Estado (TSJE).
Este incidente no solo vulnera la integridad del personal que labora en el recinto, sino que también exhibe la falta de coordinación, vigilancia efectiva y respuesta inmediata por parte de la empresa privada contratada para brindar seguridad en dichas instalaciones, la cual brilló por su ausencia en el momento del robo.
Lo más alarmante es que, pese a los constantes discursos de la Presidenta del TSJE sobre el fortalecimiento institucional y el impulso a la modernización del Poder Judicial, este tipo de hechos delictivos continúan ocurriendo sin que se observen resultados tangibles en la protección de quienes conforman este órgano.
Aunado a ello, se ha señalado que, a pesar de la supuesta inversión millonaria en cámaras de videovigilancia, estas fueron colocadas con el objetivo de supervisar únicamente al personal interno, ya que no cuentan con visibilidad hacia el estacionamiento, precisamente donde se registró el robo.
La falta de acciones concretas para garantizar la seguridad al interior de Ciudad Judicial no solo pone en riesgo a trabajadores y visitantes, sino que también socava la credibilidad del Poder Judicial como garante del orden y la justicia en el Estado.
