En los últimos meses, la incidencia delictiva ha ido en aumento, y los hechos violentos y robos a plena luz del día se han vuelto cotidianos en colonias.
La crisis de inseguridad que vive el municipio de Chiautempan, Tlaxcala, alcanzó un nuevo punto crítico con el inminente relevo en la Dirección de Seguridad Pública. Rubén Ruíz asumirá el cargo en sustitución de Jesús Herrera Moreno, quien deja el puesto en medio de acusaciones de corrupción, manipulación de información oficial y una alarmante ineficacia operativa.
Este movimiento se da en un contexto de desgaste político y administrativo dentro del ayuntamiento, encabezado por la presidenta municipal Blanca Angulo Meneses, quien ha sido severamente cuestionada por la ciudadanía y sectores internos de su gobierno por la falta de resultados, constantes cambios de funcionarios y una gestión que ha mostrado escasa capacidad de respuesta ante los problemas del municipio.
Durante su administración, Blanca Angulo ha rotado a varios funcionarios de áreas clave ante los pobres resultados obtenidos, pero el caso de Seguridad Pública se ha convertido en uno de los más delicados, dada la grave situación que enfrenta el municipio en materia de seguridad.
En los últimos meses, la incidencia delictiva ha ido en aumento, y los hechos violentos y robos a plena luz del día se han vuelto cotidianos en colonias, zonas comerciales y escuelas. La percepción de inseguridad ha escalado entre los habitantes, quienes han expresado reiteradamente su inconformidad y temor por la falta de vigilancia y respuesta por parte de la policía municipal.
La salida de Jesús Herrera Moreno ocurre tras varios señalamientos, tanto de organismos de fiscalización como de fuentes internas del ayuntamiento. El Órgano de Fiscalización Superior (OFS) detectó que el entonces director manipuló reportes oficiales de operativos y recursos, incurriendo en irregularidades administrativas que podrían derivar en responsabilidades legales.
Además, se le vincula con prácticas opacas durante el actual gobierno, encabezado por Angulo Meneses, y se le acusa de encubrir datos para maquillar resultados en materia de seguridad. A pesar de las advertencias, la alcaldesa mantuvo a Herrera en el cargo hasta ahora, cuando la presión ciudadana y los datos de inseguridad hicieron insostenible su permanencia.
Rubén Ruíz, quien asumirá la dirección de Seguridad Pública en las próximas llega a un área altamente cuestionada, con una fuerte exigencia social por resultados reales y no discursos.
El reto que enfrenta es revertir el clima de inseguridad que azota al municipio, reconstruir la confianza ciudadana en la corporación policial y sanear una estructura golpeada por la corrupción y la ineficiencia.