La percepción de inseguridad crece entre la población, que considera que Blanca Angulo ha dejado al municipio en manos de la delincuencia.
La delincuencia en Chiautempan está desatada y la presidenta municipal, Blanca Angulo Meneses, sigue demostrando una total incapacidad para garantizar la seguridad de los ciudadanos. Ni los delitos menores ni los de alto impacto han sido contenidos, pues los asaltos, robos y actos de violencia ocurren a plena luz del día en distintos puntos del municipio.
El más reciente caso fue el robo a dos adolescentes en motocicleta frente a un gimnasio ubicado en Bernardo Picazo, a escasos metros de la antigua estación del tren. Cámaras de seguridad captaron cómo un sujeto despojó a los jóvenes sin que apareciera una sola patrulla municipal para detenerlo.
Este hecho se suma a la larga lista de robos de motocicletas, asaltos a transeúntes, cristalazos a vehículos y atracos en comercios que se registran prácticamente todos los días en la demarcación. Mientras tanto, la presidenta municipal continúa apostando más a los discursos y a la promoción política que a reforzar la policía municipal, la cual se mantiene sin equipo suficiente, con elementos mal pagados y sin capacitación.
Vecinos señalan que los llamados al 911 rara vez tienen respuesta oportuna, y cuando llega la policía lo hace tarde y sin resultados.
La percepción de inseguridad crece entre la población, que considera que Blanca Angulo ha dejado al municipio en manos de la delincuencia.
La ausencia de una estrategia real de prevención del delito, la falta de operativos y la nula coordinación con las autoridades estatales y federales confirman que la alcaldesa no ha estado a la altura del cargo. Hoy Chiautempan vive una crisis de seguridad que no respeta ni horarios ni espacios, convirtiéndose en una de las zonas más peligrosas del estado.
