Ya corrió a varios funcionarios y ahora le echa la culpa a Órgano de Fiscalización Superior.
Mauricio Pozos Castañón, presidente municipal de Amaxac, ha demostrado que no sabe gobernar. Los constantes relevos en su administración, que él intenta vender como “medidas para mejorar la operatividad”, no son otra cosa que un reflejo de su ineficiencia y desorden, dejando en evidencia que su gestión es improvisada y caótica.
El bochornoso error de la bandera colocada al revés durante el grito de independencia expuso su falta de control y supervisión. Ante la crítica, el alcalde intentó justificarse diciendo que “ya corrió al personal responsable”, demostrando que prefiere culpar a otros antes que asumir su propia responsabilidad.
En cuanto a la seguridad, Pozos Castañón no supo dar explicación ante los múltiples casos de extorsión, abuso de poder e inseguridad que han azotado a Amaxac. Mientras él promete medidas “más eficaces”, los ciudadanos viven con miedo y desconfianza, enfrentando delitos sin respuesta concreta de su gobierno.
Con cada declaración y acción, queda claro que Pozos Castañón ha convertido la administración municipal en un circo de improvisación, favoritismos y negligencia, donde la apariencia y las excusas valen más que la protección y el bienestar de los ciudadanos.
Los ciudadanos exigen un gobierno responsable, pero los errores y la incapacidad del alcalde son cada vez más graves poniendo en riesgo la seguridad de los habitantes
